CARMEN CAAMAÑO DÍAZ

Madrid, 11-04-1909 / Madrid, 27-05-2006   

Última persona encargada del gobierno civil de Cuenca durante la guerra civil, aunque no hay constancia oficial de nombramiento alguno, pero su testimonio personal así lo avala: “Yo nací en una familia de clase media, mi madre era hija de un farmacéutico y mi padre era empleado del Estado. Éramos cuatro hermanos y yo, al terminar el Bachillerato, fui a la Universidad, a la facultad de Filosofía y Letras, donde hice la rama de Historia. Cuando estalló la guerra, yo me incorporé a prestar servicios en el sector artístico. En el año 37 entré en el PCE. De Valencia me destinaron a la biblioteca del Instituto de Alicante… En el 38 me vine a Cuenca y me quedé como gobernador civil en Cuenca los últimos meses de la guerra”[En El silencio roto, de Fernanda Romeu Alfaro]. Durante su época de estudiante se inició en la preocupación política; formó parte del núcleo fundacional de la Federación Universitaria Escolar (FUE) y fue secretaria de la Unión Federal de Estudiantes Hispanoamericanos. Esta incipiente actividad revolucionaria le proporcionó la oportunidad de ser encarcelada. En 1930 entró por oposición en el cuerpo auxiliar de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, obteniendo plaza en el Archivo Histórico Nacional. Formó parte de la Federación Española de Mujeres Universitarias y participó en las tareas de Misiones Pedagógicas. Durante la guerra trabajó en la Junta del Tesoro Artístico y luego en la Subsecretaría de Educación, en el gobierno residente en Valencia. En 1937 fue designada secretaria del gobernador civil de Alicante, Jesús Monzón, al que acompañó cuando fue trasladado a Cuenca a finales de 1938 y al que sustituyó en el cargo cuando éste marchó al frente bélico, en los últimos meses de la guerra, haciendo las funciones de gobernadora. Al término del conflicto, embarazada, regresó a Alicante con la intención de huir al exilio junto con su familia pero fue detenida y encarcelada, con una condena posterior de doce años y un día, revisada más tarde y ampliada a 20 años. Fue puesta en libertad provisional en 1947 pero depurada de su puesto de trabajo en la administración, por lo que desempeñó diversas funciones esporádicas, como correctora de pruebas en la editorial Aguilar, colaboradora en trabajos de documentación, etc. Tras la amnistía decretada en 1975 a la muerte de Franco pudo volver a ocupar su puesto ganado en oposición 40 años atrás, siendo destinada al Archivo Histórico Nacional.

Referencias: María del Sol Benito Santos y Esmeralda Muñoz Sánchez, “Julia Álvarez Resano y Carmen Caamaño Díaz; pioneras políticas al frente de un Gobierno Civil”; Comunicación en el Congreso La Guerra Civil en Castilla-La Mancha 70 años después; Ciudad Real, septiembre 2006 / Juan Martínez Leal, “Doce fragmentos de memoria carcelaria. Carmen Caamaño Díaz, una familia en la cárcel” en Las cárceles de la posguerra en la provincia de Alicante. Un estudio de la represión franquista (1939-1945, pp. 111-116 / Mercedes Montero Caldera, “Vida de Carmen Caamaño Díaz. Una voz del exilio interior”. Espacio, tiempo y forma, núm. 12, pp. 239-266. / Fernanda Romeu Alfaro, El silencio roto: Mujeres contra el franquismo; Madrid, 2002, El Viejo Topo.