Buendía / Cuenca, 24-12-1838
Conocido como “El Feo de Buendía”, comenzó en 1834 una carrera de delincuencia, con numerosos robos en la comarca que pronto enlazó con la rebeldía política, al abrazar la causa de Carlos María Isidro de Borbón, durante la primera guerra carlista, organizando una partida de más de cien miembros que participó activamente en las provincias de Cuenca y Guadalajara. Tras ser derrotado, volvió a los orígenes y formó una gavilla de bandidos con los que asoló los pueblos de la Alcarria. Al producirse la expedición de Gómez, en 1836, se unió a ella y a su peregrinaje por media España, por lo que su rastro se encuentra lo mismo en Écija que en Osma, hasta radicarse en el norte, ya con el grado de sargento carlista.. Formando parte del escuadrón de Villalobos durante diez meses siguió la incursión promovida por el pretendiente en 1837, volvió a su tierra natal hasta sufrir una severa derrota en Valverde, tras lo que formó su propia partida con la que pronto empezó a ser conocido por sus actos de crueldad que le llevaron a cometer numerosos crímenes, destacando los que llevó a cabo en Albalate de las Nogueras y Valdemoro del Rey, espíritu sanguinario que se fue agravando a medida que iba sufriendo derrotas a cargo de tropas gubernamentales. Finalmente fue hecho prisionero en tierras de la Alcarria y, tras pasar por un consejo de guerra, fue fusilado en Cuenca el día de nochebuena de 1838, en medio de una enorme expectación popular que congregó cientos de personas en el lugar de la ejecución.
Referencias: José María Álvarez del Peral, “Conquenses Ilustres”. El Día de Cuenca, 03-01-1929.