BENÍTEZ POVEDA, Antonio

M. 1934

Veterinario, farmacéutico, periodista, concejal, diputado provincial pero, sobre todo, agitador incesante e inconmovible de la vida conquense, singularmente de aquello que puede englobarse bajo el concepto “cultura”, la personalidad de Antonio Benítez Poveda llena de manera abrumadora medio siglo de la vida de la capital. Perteneciente a una familia de amplias vinculaciones con el oficio veterinario, en la década de los años 20 fue uno de los responsables de impulsar la recuperación del Colegio profesional

Personaje habitual en todos los foros y tertulias propios de la época, encontró en el ejercicio del periodismo una brillante tribuna desde la que impartió conocimientos y opiniones, desde un insobornable espíritu liberal. Tras una etapa de colaboraciones, en 1910 encontró una oportunidad más comprometida al hacerse cargo de la dirección de El Progreso Conquense. Simultáneamente colaboró con la publicación Vida Moderna (1910), dirigió la segunda etapa de Vida Obrera (1918) y participó, especialmente, en Renovación (1921), además de colaborar, más adelante, en Cuenca Sanitaria (1925). Como concejal, su presencia en el Ayuntamiento estuvo marcada por una actitud siempre beligerante en defensa de posiciones atrevidas. Aspiró también a un escaño en el Congreso de los Diputados, en junio de 1931, como “republicano unitario”, aunque no fue elegido. Murió en septiembre de 1934 a causa de un accidente automovilístico.