Huete, 28-11-1752 / Cartagena, 19-12-1794

Hijo de uno de los escribanos de la ciudad optense, su familia desempeñó tradicionalmente el oficio de boticario desde que llegó a Huete Blas Velasco Fernández, bisabuelo de Gregorio, quien en su momento desempeñó igualmente la misma función, desde la que se relacionó con destacados científicos de su época. Se inició en la práctica de la Farmacia al lado de su hermano Bernardo, ya establecido en Huete, tras lo que acudió a Madrid para realizar los exámenes para ejercer la profesión, que superó brillantemente en 1777. Cinco años más tarde fue nombrado visitador de las farmacias de Toledo, Valencia, Cartagena y Almería, tras haber figurado  durante un tiempo en la Real Botica de Carlos III. En 1784 fue nombrado visitador de las oficinas del obispado de Cuenca, mientras se dedicaba a estudiar botánica en el Real Jardín Botánica de Madrid, ciencia en la que llegará a alcanzar una alta especialización, que completó realizando los correspondientes exámenes tras lo que orientó de manera definitiva su actividad hacia este nuevo territorio científico. Ya con esta nueva orientación recibió por parte de la corona el encargo de establecer un Jardín Botánico en Cartagena y a esta misión dedicó el resto de su corta vida, pues apenas si llegó a vivir 42 años.

Bibliografía: Jesús María Martínez González, Gregorio Bacas y Velasco. Farmacéutico y botánico optense del siglo XVIII. Huete, 2003; Autor..