Villares del Saz 14-10-1807 / Jaca 18-11-1870

Tras estudiar la primera enseñanza en su localidad natal, fue llevado a Murcia por su tío, el canónigo Antonio Poves. Entró en el seminario de aquella ciudad en el que hizo tres años de Filosofía y siete de Sagrada Teología para recibir los grados de licenciado, que completo con el doctorado en el seminario conciliar de Valencia. Regresó de inmediato a Murcia donde, ya sacerdote, actuó como párroco de San Lorenzo entre 1837 y 1854, desarrollando, este último año, una activísima labor asistencial durante la epidemia de cólera, con una notable labor encaminada a la recuperación y promoción de las cofradías de Semana Santa. Consiguió más tarde una plaza de canónigo en el cabildo de Cartagena y por sus ya reconocidos méritos fue designado por Pío IX obispo de Jaca, diócesis en la que entró el 8 de mayo de 1858, tras haber sido consagrado en las Salesas Reales de Madrid el 11 de abril de ese año. Al producirse la revolución de septiembre de 1868 envió un documento al presidente del gobierno provisional, el general Francisco Serrano, para pedirle el mantenimiento de la unidad católica de España, porque, según él, la libertad de cultos sería “la mayor calamidad” que podrían sufrir los españoles, a lo que añadía la exigencia de que se respetara el fuero eclesiástico y la inmunidad del clero. Torres Mena, cuyo espíritu liberal pasa por alto este incidente, asegura que «virtuoso y benéfico, tolerante e ilustrado, el obispo manchego ha dejado en la aragonesa tierra una envidiada fama, que debemos acoger y conservar los conquenses«. Su biografía, de autor anónimo, fue publicada en 1872.

Referencias: José Torres Mena, Noticias Conquenses. Madrid, 1878; Imprenta Revista de Legislación, p. 834.