DIEGO DE ANAYA MALDONADO
Salamanca, 1357 / Cantillana, Sevilla, 09-1437
Vigesimoséptimo obispo de Cuenca (1408-1417) y el introductor en la ciudad del humanismo culto y renacentista. Calificado como un auténtico mecenas de las artes y preocupado por mejorar la situación educativa, fue obispo de Tuy de 1382 a 1390; de Orense hasta 1392; y de Salamanca hasta 1408; el 16 de marzo de este año fue promovido a la Iglesia de Cuenca. Antes había sido preceptor del futuro rey Enrique III y de su hermano el infante Fernando. Formó parte del grupo de prelados españoles que se opuso a la autoridad del antipapa Benedicto XIII y más tarde, en 1414, siendo obispo de Cuenca, participó en el concilio de Constanza, organizado para estudiar la división de la Iglesia entre dos poderes antagónicos, el Vaticano y Aviñón. En esta ocasión fue una de las personalidades elegidas para llevar a cabo la designación de un nuevo pontífice, que pusiera fin al cisma, recayendo el nombramiento en Martino V. A su regreso a España fue nombrado arzobispo de Sevilla en 1417 pero la ocupación efectiva del puesto fue algo accidentada, pues Álvaro de Luna pretendía (y consiguió) situar en tal cargo a su hermano, Juan de Cerezuela, quedando Diego de Anaya cobrando la pensión sobre la mitra pero sin poder ejercer de manera efectiva el arzobispado andaluz, hasta que Cerezuela fue enviado a Toledo (1434). A su muerte, fue trasladado a Salamanca, ciudad en que había fundado el célebre colegio de San Bartolomé y también la capilla de los Anaya, en la catedral, en la que fue enterrado [M.López I, 225]
Referencias: Trifón Muñoz y Soliva, Noticias de todos los señores obispos que han regido la diócesis de Cuenca. Cuenca,1860; pp. 136-138 / Francisco Ruiz de Vergara Álava, Vida del Illustrisimo Señor don Diego de Anaya Maldonado, arzobispo de Sevilla, fundador del Colegio Viejo de San Bartolomé y noticia de sus Varones excelentes. Madrid, 1661; D. Díaz de la Carrera