ALFARO, Francisco de

Primer impresor del que hay noticias en Cuenca. Anteriormente había trabajado en Toledo, donde se conocen dos obras impresas por él, Espejo de caballeros (1526) y Palmerín de Oliva (1528), en colaboración con Cristóbal Francés. A finales de ese año se traslada a Cuenca y aquí monta su imprenta, en la que por encargo del cabildo, catedralicio lleva a cabo el Manipulus siue manuale vel potius practica ministrandi sacramenta sanctae matris Ecclesiae, también en colaboración con Francés. Al año siguiente firmaron un convenio con Hernando de Valdés para imprimir los Oficios de Nuestra Señora, pero de este título no se conoce ningún ejemplar, pero sí del siguiente, Libro noveno de Amadís (1529), cuyas condiciones tipográficas se mencionan cuidadosamente en el contrato oportuno. A partir de 1530 Alfaro ya figura en solitario como impresor además de constar que era vecino de Cuenca y a él se deben Meditationes de vita et pasiones Iesu Christi (1531), Constituciones synodales del Obispado de Cuenca (1531), Devotissima exposición sobre el psalmo de Miserere mei Deus, de Girolamo Savonarola (1532) y La vida del cardenal don Gil de Albornoz, de Jerónimo Andrés Muñoz (1533), perdiéndose su rastro a continuación, quizá por haberse trasladado a Valladolid. Según Paloma Alfaro, en los trabajos de este impresor “la calidad en la estampación es bastante buena, los tipos empleados góticos, usa grabados en madera, combina la tinta roja y negra, siendo uno de los más destacados maestros que trabajaron en nuestra ciudad”.

Referencias: Paloma Alfaro Torres, La imprenta en Cuenca (1528-1679). Madrid, 2002; Arco/Libros, pp. 36-43