ALCALÁ, Francisco de Paula

FRANCISCO DE PAULA ALCALÁ DE LA TORRE

Puebla de Almenara 31-12-1792 / Madrid 24-12-1854

Teniente general de Infantería. Durante la guerra de la Independencia, siendo cadete, experimentó las primeras acciones militares y participó en la defensa Zaragoza (1808), siendo hecho prisionero de los franceses en tres ocasiones, pero pudo fugarse desde Francia, llegando a Zaragoza a tiempo de participar en el segundo sitio de la ciudad, con el grado de teniente (1811) tras haber asistido a las batallas de Uldecona y Vinaroz (1810). Esta y otras acciones le valieron el ascenso a capitán, grado con el que participó en la última fase de la guerra, como ayudante del general Lavalle, jefe de la Tercera División que actuaba en la zona levantina. Participa así en las acciones de Castell (1812), Valverde de Júcar (1812), Sigüenza y Buitrago (1813) y finalmente en la defensa de Tortosa, terminando la contienda como teniente coronel y la laureada de San Fernando, que le fue concedida el 19 de febrero de 1817. Se opuso al levantamiento de Riego en 1820 e incluso fue el encargado de dar la noticia al gobierno, pero después se incorporó a la causa liberal, por lo que se vio obligado a buscar refugio en París hasta 1826. Al regresar a España conoció una carrera meteórica: con el grado de coronel participó en Cataluña en la lucha contra las facciones carlistas; brigadier en 1834 fue nombrado gobernador militar y político de Teruel (ciudad que fortificó de manera adecuada), ordenó el fusilamiento del barón de Hervás y cuatro oficiales carlistas, además de combatir férreamente a tres partidas que actuaban en su territorio (1833).  En 1836 estuvo al mando de una brigada del ejército del Norte, con la que participó brillantemente en operaciones militares con las que ganó el grado de mariscal de campo y la cruz de San Fernando (1839). Al terminar la guerra, continuó en el norte, ahora como jefe político y militar de la provincia de Guipúzcoa (1841), cargo desde el que siguió combatiendo a los restos de las partidas que allí actuaban, hasta derrotar al cabecilla Muñagorri; así obtuvo el grado de teniente general (1841) y en julio de 1842 fue nombrado inspector general de Infantería y seguidamente, capitán general de Filipinas, puesto que ocupó solo un año (1843-1844), por desavenencias con altos empleados de la administración civil. Tras un periodo de descanso en Francia (el gobierno francés le concedió la legión de honor), fue nombrado senador vitalicio en 1851. Vocal de la Junta consultiva de Guerra en 1854, su retrato se encuentra en el Ministerio de Defensa.

Referencias: José María Álvarez Martínez del Peral, “Conquenses ilustres”. El Día de Cuenca,30-01-1927 / Alberto Gil Novales, Diccionario biográfico de España (1808-1833). De los orígenes del liberalismo a la reacción absolutista. Madrid, 1991, p. 18 / J.L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería. Madrid, 2001; Ministerio de Defensa, tomo II.