/ Cuenca h. 1328
IV Señor de Albornoz, es el primero del que hay noticias precisas, ya que la trayectoria de sus antecesores se pierde en la nebulosa de las contradicciones. El origen de la familia se encuentra en el lugar de Albornoz, hoy totalmente desaparecido. Pertenecía al estado de los caballeros de Cuenca y poseía ya extensos dominios en la Serranía: Uña, Valdemeca, Aldehuela, El Hoyo, Cañizares, Valera, Mezquitas y otros lugares, con los que formó un considerable señorío patrimonial y dominical. Fue alcaide de la fortaleza de Huélamo, que pertenecía a la Orden de Santiago y ocupó puestos de confianza en la corte de Alfonso XI. Casó con Teresa de Luna también de familia noble (era nieta del conde Lope de Luna y biznieta del infante Jaime de Aragón) y engendraron al personaje más famoso de la dinastía, el cardenal Gil Álvarez de Albornoz, que fue el segundo de sus hijos. Por herencia y por su propia personalidad, García Álvarez de Albornoz fue un miembro prominente de la nobleza local conquense, ejerciendo una clara influencia en la gobernación del municipio. Está enterrado en la capilla de los Caballeros, en la catedral de Cuenca.