ALBORNOZ, Alvar García de

N. Cuenca / M. Cuenca 28-07-1374

Sexto señor de Albornoz, hijo mayor de García Álvarez de Albornoz y Teresa de Luna y hermano del cardenal Gil Álvarez de Albornoz. Compró la villa de Beteta y recibió de Alfonso XI las de Torralba y Tragacete y el señorío de Utiel, con lo que esta zona, hoy valenciana, quedó arraigada en la jurisdicción de Cuenca desde los tiempos medievales. Fue uno de los personajes más poderosos de su tiempo, con destacados papeles en la corte, primero como copero mayor del rey Pedro I y luego mayordomo mayor de Enrique II, quien le encargó la educación del infante Sancho. El señorío de los Albornoces comprendía con él las villas de Utiel, Torralba, Beteta, Tragacete, Iniesta, Moya, Villaseca, Lagunaseca, Villar de Olalla, Uña, Valdemeca, Cañada del Hoyo, Cañizares, Sacedón, Mezquitas, Valera y otros lugares.

En el año 1328, bajo el reinado de Alfonso XI, parece que Alvar García de Albornoz, al frente de una partida de conquenses y en colaboración con otra de Murcia, encabezada por Pedro López de Ayala, asoló el territorio del marquesado de Villena entonces bajo el dominio del infante don Juan Manuel, obligando a éste a doblegarse a la autoridad real, ante la que se había levantado en rebeldía por haber roto el monarca el compromiso matrimonial contraído con su hija Constanza. Más tarde participó activamente en una operación militar en apoyo del rey Pedro de Aragón amenazado por una revuelta nobiliaria encabezada por el infante Fernando, al que apresó en la batalla de Epila (1347). Junto al monarca, participó en la batalla del Salado y en la toma de Algeciras.

En 1349, el mismo rey le envió para solicitar la intervención del papa en busca de la paz entre los reyes de Francia e Inglaterra, aprovechando el viaje para intentar de Génova la cesión de galeras a sueldo de Castilla para participar en el cerco de Gibraltar.

En 1351, fue como embajador a Francia, junto con Juan de las Roelas, obispo de Burgos, para preparar la boda de la princesa Blanca con el nuevo rey castellano, Pedro I, a cuyo servicio estuvo algún tiempo pero por discrepancias con el monarca, se exilió en Aragón, desde donde, englobado en la causa de los Trastamara, hizo la guerra al monarca castellano. Mateo López cuenta que durante aquella disputa tuvo alojado en su casa de Cuenca al infante Sancho, hijo de doña Leonor de Guzmán y hermano del rey Pedro I, quien sitió la ciudad dispuesto a apoderarse de la persona del infante, pero Alvar García acertó a esquivar el peligro, llevándose a Sancho a Aragón; después de 15 días de asedio, el rey levantó sus tropas y se retiró. Ocurrió tal cosa en 1356, durante el levantamiento que los Albornoz protagonizaron contra el rey y en favor de su mujer, Blanca y en el ámbito de la tradicional vinculación de la familia con la nobleza aragonesa.

La victoria final de Enrique II sirvió para encumbrarle, recibiendo como reconocimiento el título de mayordomo del nuevo rey, en cuyo nombre siguió desempeñando funciones diplomáticas y militares, acompañándolo en la batalla de Nájera, hasta que ya anciano se retiró a Cuenca, donde falleció. Está enterrado en la Capilla de los Caballeros, en la catedral. Había contraído matrimonio con Margarita Manuel, hija de Fernando Manuel y nieta del infante don Juan Manuel, que aportó como dote al matrimonio el señorío del Infantado, en la Alcarria. Una de sus hijas, Urraca, la cuarta en nacer, contrajo matrimonio en 1382 con Gómez Carrillo, señor de Ocentejo, dando así lugar al nacimiento del apellido Carrillo de Albornoz, que aparece mencionado como tal por primera vez en 1442.

Bibliografía: José María Álvarez Martínez del >Peral, “Conquenses ilustres”. El Día de Cuenca, 19-10-1926 / Ángel González Palencia, “Alvar García de Albornoz”. En Miscelánea Conquense, Cuenca, 1929; Seminario Conciliar, pp. 151-156 / Idem, “Los señores de Torralba y Beteta”. En Miscelánea Conquense, Cuenca, 1929; Seminario Conciliar, págs. 157-160 / Mateo López,  Mateo López, Memorias históricas de Cuenca y su obispado. Edición de Ángel González Palencia. II) Cuenca, 1954, pp. 146-147.

Fotografía: Sepulcro de Alvar García de Albornoz, en la Capilla de Caballeros en la catedral de Cuenca.