Canónigo de Cuenca y arcediano de Moya. Hijo de Lope Vázquez de Acuña III (señor de Azañón y de Viana) y de María de Contreras, emparentados ambos con diversas ramas familiares de la nobleza de Portugal, fue nombrado obispo de Oviedo el 23 de abril de 1527 permaneciendo en la diócesis asturiana hasta su fallecimiento en 1532. En su España Sagrada, el padre Flórez explica que fue ayo del príncipe Felipe y que una vez al frente de la Iglesia de Oviedo elaboró el estatuto llamado post obitum, para regular el cobro de las prebendas por parte de los familiares de los prebendados fallecidos. Menciona igualmente que, en cierto momento, pudo ir a ocupar la silla episcopal de Cuenca pero el traslado se frustró por la muerte del obispo.