Puebla del Salvador / Madrid
Hijo de una familia humilde, hizo sus primeros estudios en el colegio de Almodóvar del Pinar, a los que siguió el Bachillerato como alumno libre y posteriormente, ya en Madrid, hizo la carrera de Derecho, ganando las oposiciones de judicatura. A pesar de esta orientación académica, mostró pronto un gran interés por las actividades industriales y en concreto las centrales eléctricas y animado por un espíritu ciertamente visionario de lo que podría ocurrir en el futuro inmediato, fijó su residencia en Casas de Benítez y a partir de 1900 comenzó a comprar varios molinos harineros hidráulicos situados en la cuenca del Guadiana que se encontraban ya en situación de casi abandono y que él comenzó a transformar en centrales eléctricas para el abastecimiento de localidades inmediatas, construyendo la primera en la aldea de La Losa (Casas de Benítez).
En 1918 adquirió la pequeña central hidroeléctrica de Ruipérez, que se beneficiaba de los aprovechamientos de El Osero, Ruipérez, Miravetes y San Luis, situados todos en el actual término del parque natural de las Lagunas de Ruidera; junto al edificio de la central, se construyeron diversas edificaciones que todavía hoy se mantienen en pie, destinadas a servir de viviendas a los operarios y sus familias. Con esta instalación abasteció de energía eléctrica a buena parte de las zonas limítrofes de Cuenca, Ciudad Real y Albacete, al terminar la guerra civil. La central eléctrica de El Osero fue construida sobre el antiguo molino harinero del mismo nombre y posteriormente fue incorporada a la empresa Centrales Eléctricas Navarro, que tenía la concesión del salto de agua. En 1933 llegó a Campo de Criptana con la idea de construir una línea eléctrica desde Río Záncara a Arenales de la Moscarda, con el objetivo de proporcionar alumbrado y fuerza motriz a las empresas de la zona y para ello presentó un ambicioso plan que incluía expropiaciones de finca y que fue aprobado el 28 de junio de ese año. A continuación adquirió la empresa Hidroeléctrica del Guadiela, que amplió construyendo cuatro centrales más y con la ayuda de su hijo Virgilio, aumentó su campo de acción con la edificación de centrales de mayor envergadura en Asturias. A pesar de esta dedicación preferente, diversificó sus actividades con iniciativas como la fábrica de alcoholes de Villarrobledo y, sobre todo, con la singular instalación de una fábrica de carborundum (carbono de silíceo) en el Puente de Vadillos, única en España, que complementó con otra de refractarios en Madrid. Fue designado por la Diputación Hijo predilecto de la provincia de Cuenca y en junio de 1963 recibió la medalla de oro de la provincia.
En la actualidad, el Grupo Navarro fundamenta su actividad industrial en dos pilares básicos, el sector eléctrico, como productor de energía eléctrica a través de un conjunto de 20 centrales hidráulicas en diferentes regiones españolas y el sector electroquímico, como fabricante y distribuidor de carburo de silíceo en el sur de Europa, con dos plantas productoras, la de Puente de Vadillos, activa desde los años 50 del siglo XX y la de Mansilla de las Muelas (León), con una capacidad conjunta de producción de 20.000 toneladas anuales.
