Rejero nacido muy probablemente en Cuenca y fallecido en esta ciudad hacia 1520, tras un intenso periodo de trabajos. Entre las escasas noticias biográficas que de él se tienen figura la de que fue veedor de las propiedades del cabildo, es decir, visitador o inspector. Según la especialista María Luz Rokiski, si bien no realizó una obra muy abundante sí fue muy valiosa lo que le hace ocupar un lugar destacado en el repertorio de rejeros españoles que trabajaron en la catedral de Cuenca, al introducir interesantes novedades que ayudaron a modernizar esta técnica ancestral. Diseñó y realizó algunas rejas para las catedrales de Sevilla y de Cuenca, coincidentes en un estilo elegante, original y ligero, sobre el que se incorporan brillantes elementos decorativos propios del plateresco. Ceán Bermúdez lo califica como uno de los mejores rejeros españoles. A él se debe el diseño de la reja de la capilla mayor de la catedral de Cuenca, que ejecutó Juan Francés mientras que en Sevilla hizo las rejas laterales de la capilla mayor y trazó las del coro.

En la catedral de Cuenca la obra más evidente de Sancho Muñoz es la reja que cubre la portada de la Capilla del Obispo o de San Julían, en cuyo montante renacentista se reproduce el Bautismo de Jesús, con una guirnalda de laurel en el centro. Se trata de una bellísima obra de arte, espléndida filigrana en hierro. Sobre el arco de entrada y en la bóveda de crucería hay escudos de armas del cardenal Jacobo de Véneris, además de un bello y atractivo florón.

Referencias: María Luz Rokiski, Rejería del siglo XVI en Cuenca. Cuenca, 1998; Diputación Provincial, p. 185