Cuenca, 01‑03‑1944
Estudió Ciencias Químicas en la Universidad de Santiago de Compostela, donde empezó a ejercer como profesor interino (1968) y luego profesor contratado (1970), trasladándose luego como profesor agregado por oposición al Instituto de Teruel (1975) y finalmente a Cuenca (1977) en el instituto Alfonso VIII, en el que ocupó el puesto de secretario entre 01‑07‑1979 y 30‑09‑1981. A continuación accedió a la plaza de catedrático en el instituto Fernando Zóbel, de donde pasó en 1983 a director provincial de Educación y Ciencia. Abandonó el sector educativo cuando sintió la llamada de la política, en la que entró directamente a puestos de responsabilidad cuando en marzo de 1985 fue nombrado consejero adjunto al presidente de la Junta de Comunidades. Elegido diputado regional por Cuenca, fue designado presidente de las Cortes Regionales (1987‑1991). En el congreso regional del PSOE clausurado el 2 de diciembre de 1990 fue designado secretario de Formación en la nueva ejecutiva regional.
En 1991 fue elegido alcalde de Cuenca, al encabezar la lista del PSOE en las municipales. Elemento fundamental de la campaña que le llevó a la alcaldía fue la reiterada promesa (en la que tuvo en todo momento el apoyo y la complicidad del ministro Virgilio Zapatero) de que la proyectada autovía entre Madrid y Valencia pasaría por la ciudad de Cuenca. La decisión contraria adoptada por el gobierno de Felipe González, que se negó a llevar a cabo ese recorrido, desviándolo hacia el sur, supuso un serio disgusto para el alcalde Martínez Cenzano, cuya imagen llorosa dando la noticia mereció en esos momentos muy sabrosos comentarios.
El 27 de octubre de 1991 fue elegido secretario provincial del PSOE en Cuenca, al encabezar la lista que fue abrumadoramente votada a favor. En ese acto anunció su disposición a renunciar al escaño de diputado regional, para dedicarse exclusivamente a los temas de Cuenca. Sin embargo, mantuvo el cargo hasta después de las elecciones generales de junio de 1993, que representaron un serio descalabro para el predominio socialista en la provincia, al recibir el partido una severa derrota. Tras ello, el 12 de julio dimitió como diputado regional.
Aunque aspiró a renovar la alcaldía de Cuenca en las elecciones de mayo de 1995, el propósito no se cumplió y su candidatura fue derrotada por la del PP. El 29 de agosto de 1995 fue nombrado primer Delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha en Cuenca, con la finalidad expresa de coordinar la actividad de los diversos departamentos de la Junta
En 1996 fue nombrado presidente del Patronato Rector de la Reserva natural de las Hoces del Cabriel. El 13 de junio de 1999 volvió a ser elegido alcalde de Cuenca al encabezar la lista presentada por el PSOE. Reiteró el cargo el 14 de junio de 2003 al volver a triunfar la candidatura socialista, con una cómoda ventaja sobre sus oponentes, convirtiéndose así en el primer alcalde de Cuenca que consigue un segundo mandato consecutivo, hasta acumular tres.
En un gesto de inaudita temeridad, en mayo de 2007 aspiró a un cuarto mandato, pero el cansancio del electorado ante su personal forma de gobernar la ciudad se impuso a los criterios de eficacia que quiso difundir y perdió el envite, con enorme frustración de sus compañeros de partido que vieron como, a continuación, el PP emprendía una brutal campaña de eliminación de todo aquello que, personal o simbólico, pudiera recordar al anterior equipo.
El 21-12-2007 tomó posesión como Defensor del Pueblo de Castilla-La Mancha tras una polémica elección en la que fue preciso llegar hasta la tercera votación para que la mayoría simple del PSOE pudiera otorgarle el encargo, frente a la tenaz oposición del PP. Tras cumplir ese mandato, abandonó la política sin que haya vuelto a ejercer cargo alguno.
Durante 1998 se animó a demostrar públicamente una de sus secretas aficiones, la de escritor, publicando a lo largo del año varios artículos que entre otras cosas sirvieron para desconcertar al personal, convencido de que un político solo puede o saber hablar de político. El primer escrito de Cenzano se publicó en El Día de Cuenca el 11 de marzo, bajo el título «Metáfora de la sonrisa», un leve ensayo con ribetes de filosofía moral en forma de narración ficticia. Para contribuir al desconcierto de los lectores, el periódico publicó el cuento bajo la rúbrica «Opinión», lo que hizo a muchos devanarse los sesos buscando el sentido político de la metáfora. Insistió en esta faceta a partir del año 2002, publicando un artículo semanal, bajo seudónimo, en las páginas del mismo periódico y a ello añadió, finalmente, su entrada en el mundo de la poesía, publicando un primer libro, ¿Qué hiciste, amor, del tiempo? (Cuenca, 2003), al que han seguido varios más.
Referencias: Raúl Torres y Goliardo, Entrevista. ArtDeCuenca, núm. 4, primavera 2007, pp. 24-32