Cañadajuncosa, 17-04-1813 / 06-09-1863

Estudió Filosofía y Teología en el Seminario de Cuenca y Leyes en la Universidad de Valencia, actuando como abogado hasta que el obispo Fermín Sánchez Artesero le encargó cuestiones legales de ámbito diocesano lo que le animó a retomar los antiguos estudios eclesiásticos que le llevaron finalmente a la ordenación sacerdotal, celebrando su primera misa en Cañadajuncosa el 3 de mayo de 1852. Inmerso ya en este territorio, consiguió ser beneficiado de la catedral y desempeñó los cargos de provisor y vicario general, además de otras comisiones que, con toda seguridad, le granjearon no muchas simpatías, porque, como dice irónica y sutilmente Torres Mena “a causa de la superioridad jerárquica que alcanzó y de su carácter bondadoso y simpático obtuvo gracia de aquellos clérigos oscuros que reparaban en él ser más legista que teólogo, más universitario que seminarista, más liberal que fanático y un tanto remiso para desposarse con la Iglesia” lo que, sin duda, nos ofrece un carácter muy expresivo de un personaje de tendencias mundanas.

Referencias: José Torres Mena, Noticias Conquenses. Madrid, 1878; Imprenta Revista de Legislación, p. 601.