Valverde de Júcar 02-10-1837 / Madrid 30-11-1913
Militar. Tenía sólo 20 años y el recién adquirido grado de alférez de Infantería cuando tras una breve estancia en el Regimiento núm. 33 de guarnición en Barcelona, pidió ir voluntariamente a Cuba, integrado en el Regimiento del Rey número 1. A partir de ese momento, todos los ascensos de su meteórica carrera lo fueron por méritos de guerra hasta alcanzar el grado de general: en 1862 participa en la expedición a Santo Domingo con el resultado de recibir la cruz de Isabel la Católica y ascender a teniente; en Cuba llega a capitán en 1864 y a comandante en 1868, grado con el que participa en acciones bélicas en Máginas e Imiay, obteniendo la cruz al Mérito Militar (1870) y, tras varias acciones heroicas, la Cruz de San Fernando (1873); herido, pasó al hospital de Puerto Príncipe, volviendo pronto al campo de batalla, de manera que en 1873, cuando sólo tiene 37 años, ya es brigadier. Regresa a España y toma parte en la guerra carlista, obteniendo su segunda cruz al Mérito Militar por la brillante campaña desarrollada en Mirambel y Tronchón, además de ser citado su nombre como el liberador en Salvacañete de los presos conquenses hechos por los insurgentes en su ataque a la ciudad. Vuelve a la isla cubana y el 19-04-1877 recibe el grado de mariscal de campo, otra vez por hechos bélicos. Diez años más tarde, cuando cumple 50, asciende a teniente general, su único progreso en la carrera por edad. Fue luego gobernador general de Puerto Rico y capitán general de Granada, de la que se hizo cargo el 4 de abril de 1888 y fue la culminación de su carrera. Al conocer su fallecimiento, el Ayuntamiento de Cuenca acordó en sesión celebrada el 02-12-1913 acudir corporativamente al entierro con maceros y música, haciendo entrega de una corona con dedicatoria de la ciudad. Sus restos reposan en el panteón central del cementerio de Cuenca. La biografía del general Lasso Pérez contiene únicamente datos militare; fue uno de los escasos hombres de armas que en el convulso siglo XIX español no intervino jamás en política, ni ocupó escaños parlamentarios ni participó en ningún golpe de Estado. Hasta la guerra civil, la calle Estrecha, de Cuenca, estuvo dedicada al general Lasso; curiosamente, al imponerse el régimen franquista el Ayuntamiento retiró el nombre de un brillante militar conquense para, en su lugar, poner el del general Mola que, como es obvio, no tenía nada que ver con Cuenca, salvo el detalle absolutamente anecdótico de que era el jefe de las tropas militares que “liberaron” la ciudad en el último día de la guerra civil.