LADRÓN DE GUEVARA, Eduardo

Priego, 1944

Diseñador y modisto. Residente en Madrid desde que tenía siete años, nunca ha perdido los contactos con su tierra natal. No tiene abierto establecimiento al público, sino que trabaja exclusivamente por encargo y a través de esa vía elabora vestidos y trajes exclusivos para mujeres de la alta sociedad. Comenzó los estudios de Bellas Artes y aunque esporádicamente se ha dedicado a la pintura, nunca lo ha hecho de forma constante, sino solo como entretenimiento de aficionado. Su dedicación ha sido siempre la alta costura y en ese territorio se viene desenvolviendo con trabajos exclusivos para la alta sociedad española, incluyendo el vestuario para óperas u obras de teatro, mediante aportaciones de una firma propia.

En 2007 elaboró los cinco trajes que la cantaora Estrella Morente utilizó en su espectáculo Estrella 1922, dedicado a Niña de los Peines y estrenado en el Sadler’s Wells de Londres. Asegura que un traje de alta costura es como una obra de arte, en el que precio es algo simbólico, puesto que el dinero no puede pagar el tiempo y la dedicación entregados a cada trabajo. Considera que la labor del diseñador de un vestido no termina con la sola elaboración artesanal de este sino que necesita el complemento de todos los demás elementos: el peinado, el maquillaje, las joyas; como suele decir: “Yo no abandono a una novia hasta que llega al altar de la iglesia”. Entre sus clientas fijas hay un amplio repertorio de nombres conocidos, empezando por la infanta Pilar y pasando por Miriam Ungría, Paloma Cuevas, Patricia Rato, Alicia Koplowitz o la ya citada Estrella Morente. El 29-05-2009 recibió un homenaje en el Teatro Quijano de Ciudad Real, dentro del II Desfile de Jóvenes Diseñadores de Castilla-La Mancha. Desde 2016 mantiene un espacio dedicado a la costura y la moda en la TV autonómica, bajo el título “La aguja y el dedal”. Una aportación verdaderamente importante del diseñador pricense es la que viene realizando en la Semana Santa de Cuenca, con la que viene colaborando en las vestiduras de varias imágenes, especialmente de vírgenes, en especial la Virgen de la Esperanza que desfila el domingo de Ramos y que él mismo donó a la hermandad en el año 1990, encargándose cada año de vestirla para la procesión.