De origen montañés, aparece documentado en Cuenca entre 1553 y 1580 como maestro de cantería. Su primer trabajo conocido es la iglesia de Olivares de Júcar, donde colaboró con Pedro de Urreta y Juan Carrera hasta 1555, fecha en la que él asumió en solitario la continuación del trabajo. Como tasador del trabajo de otros compañeros actuó en los trámites finales de las iglesias de Palomares del Campo y San Lorenzo de la Parrilla. A partir de 1564 se hizo cargo de las obras del puente de san Pablo, en Cuenca, construyendo junto con Juan de Palacios dos de los arcos, de acuerdo con el proyecto elaborado por Andrés de Vandelvira, obra en la que habría de tener algunas dificultades de entendimiento (esto es, de dinero) con los trabajadores y con el prior del convento de San Pablo, pleitos que continuaron sus descendientes una vez fallecido el cantero, óbito producido mientras trabajaba en la iglesia de Altarejos, en 1580.