Motilla del Palancar, 15-04-1917 / Motilla del Palancar, 09-09-1978
Escultor. Hijo de un artesano especializado en la reparación de carretas, era el quinto de seis hermanos. Desde niño sintió una gran atracción por los trabajos manuales en madera, ebanistería, talla, forja, etc. En ese ambiente, la primera obra que realizó fue una paloma para el tornavoz de la ermita de la Purísima, en su pueblo natal. De formación autodidacta, la perfeccionó luego ingresando en la Escuela Superior de Bellas Artes, en la que obtuvo en 1950 el título en Dibujo y Modelado, para marchar a Italia con una pensión que le facilitó una estancia en la Academia de Bellas Artes de Roma. El retablo de la ermita de la Inmaculada de Motilla fue una de sus primeras obras, cuando todavía era muy joven, causando una gran impresión por la fuerza emotiva que desprende. Un fragmento del proyecto lo presentó en la Exposición Provincial de la Obra de Educación y Descanso, en Cuenca, donde obtuvo el primer premio en el sector de talla de ornamentación en madera. Entregado de lleno a la elaboración del retablo, eligió dos de las tallas, Oración y Una vida, a una nueva convocatoria del anterior concurso, donde consiguió el primer premio provincial de Escultura. Posteriormente, estas dos obras fueron presentadas en la Exposición Nacional del Círculo de bellas Artes de Madrid, donde nuevamente fueron premiadas.
En 1943, después del éxito de Madrid, la Diputación Provincial de Cuenca le concedió una beca para hacer el examen de ingreso en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, en la que permaneció los siguientes cinco años hasta obtener el título de licenciado (1949) con Matrícula de Honor y un Premio del Estado. En 1950, La Real Academia de Bellas Artes, por su expediente académico le concedió una beca para ampliar sus conocimientos artísticos en distintas ciudades de Italia y en París.
Entre 1955 y 1957 realiza una escultura de San Juan de Ávila, para la capilla del Cerro de los Ángeles y un San Francisco para Jaén. También ganó un concurso restringido para escultores españoles que la Compañía de Jesús convocó para realizar una talla de Nuestra Señora del Recuerdo, para los nuevos Colegios de Chamartín. En 1957 hizo el monumento al general Moscardó que estuvo situado en el atrio de la Jefatura Provincial del Movimiento en Cuenca (hoy Glorieta González Palencia) y que fue retirado al implantarse la democracia. En febrero de 1958, expuso en el Círculo de Bellas Artes de Madrid la escultura de Fray Melchor Cano que había tallado para la Diputación de Cuenca. En 1960, ganó el concurso para realizar una Inmaculada en piedra que la Compañía de Jesús de Castilla Oriental (Navarra) organizó entre escultores franceses, italianos y españoles.
Hizo una imagen de la Virgen del Recuerdo para el colegio de jesuitas de Chamartín de la Rosa (1959), de singular belleza y una Inmaculada para la iglesia del mismo nombre de Pamplona.. Su obra más espectacular es un San Pedro de Alcántara, de grandes proporciones, en proximidad con las líneas más innovadoras del arte moderno, tallado con destino a la Real Capilla dedicada al santo en Arenas de San Pedro. La escultura fue descubierta al público el 19 de marzo de 1962 con motivo del centenario de San Pedro de Alcántara, causando tal sensación que provocó un inmediato encargo por parte de José María de Oriol, de una réplica de la misma pero de mayor tamaño para Alcántara (Cáceres), ciudad natal del santo. Tras varios años de trabajo, la nueva escultura, ya terminada, quedó expuesta en el hall de la Biblioteca Nacional en Madrid. En esta cadena de éxitos artísticos y personales hubo un punto oscuro: no pudo realizar el proyecto de una imagen de Jesús amarrado a la Columna para la Semana Santa de Cuenca, que fue rechazada porque no llevaba ninguna vestidura, utilizando solo un grueso cordel para cubrir los órganos sexuales de Cristo.
Inesperadamente, el 9 de septiembre de 1978, José Navarro Gabaldón muere en Motilla del Palancar.
Referencias: Enrique Domínguez Millán, «Piedra lanzada». Ofensiva, 08-07-1954 / Conrado Granados, «San Pedro de Alcántara en la obra del escultor Navarro Gabaldón». Diario de Cuenca, 10-07-1977, pp. 10-11 / Carlos de la Rica, «Navarro Gabaldón o donde la piedra se hace nervio». Revista Cuenca, núm. 27, primer semestro 1986, pp. 133-135.