La sabia combinación de arte y naturaleza hace de Cuenca un espacio especialmente señalado, como si un don divino hubiera puesto su mirada en ella. La enorme variedad paisajística del territorio, plagado de sugerencias y emociones, encuentra su adecuado complemento en la riqueza monumental y artística formando así un todo de incalculable belleza. Fotografías de Santiago Torralba.